En la mayoría de los Países, en una familia tradicional, es común que los hijos sean enviados a cursar su educación de manera gradual, conforme a su edad. Es decir, desde pequeñitos son registrados en preescolar para continuar con la educación primaria, secundaria, preparatoria y universitaria. La mayoría de los ya jóvenes concluyen el proceso completo, tal y como lo diseñaron junto con sus padres. Cursan además maestrías, doctorados o especialidades; los menos optan por ver truncados sus estudios y dedicarse a otros menesteres.
Y ahí concluye el proceso de enseñanza-aprendizaje, pudiendo decirse que esta etapa comprende el periodo formativo que va desde los 3 años hasta los 22 o 25 años.
¿Después ya no es tiempo de estudiar?
Tenemos algunos ejemplos que nos dicen lo contrario.
Shigemi Hirata
Shigemi Hirata, de nacionalidad japonesa, estudió por correspondencia arte y diseño en la Universidad de Kioto y se graduó a los 96 años de edad.
Alan Stewart
Alan Stewart, australiano nacido en 1915, se graduó de dentista cuando tenía 30 años. Después cursó la carrera de Derecho y recientemente obtuvo su título en Ciencias Clínicas, a los 97 años. “La gente nunca debe utilizar la excusa de que es muy vieja para estudiar”, comentó.
Arthur Ross
Arthur Ross, de 71 años, logró graduarse en artes de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, Canadá, en el 2023. Lo hizo más de medio siglo después, 54 años para ser exactos, de haberse inscrito por primera vez. “Supongo que soy el estudiante más lento del mundo”, señaló. “Yo solo quería aprender”, dijo.
Giuseppe Paternò
Giuseppe Paternò se ha convertido en el graduado de mayor edad de Italia, a sus 96 años, tras recibirse con honores de la carrera de Filosofía en la Universidad de Palermo, en Sicilia. “Es uno de los días más felices de mi vida”, dijo Paternó al graduarse. La pobreza y la guerra le impidieron asistir a la universidad cuando era más joven, pero finalmente se matriculó en 2017. “Los vecinos me preguntaban: ‘¿Por qué te tomas la molestia de hacerlo a tu edad?’. No podían entender la importancia de cumplir un sueño, independientemente de cuántos años tengo”, dice.
Está claro que el límite para hacer algo, en este caso para estudiar, nos lo ponemos nosotros mismos.
¿Tú, ya terminaste de estudiar?