Si algo nos ha mostrado la historia es que la cúpula del poder político ha sido liderada por hombres.
La inclusión de las mujeres en dicho círculo ha sido lenta y paulatina y fue al terminar la Segunda Guerra Mundial que empezaron a ocupar cargos ejecutivos, pero aún persiste una gran desventaja frente al dominio masculino.
Sin embargo, parece ser que en los últimos años las cosas han cambiado y las mujeres han hecho valer su presencia e importancia en todos los aspectos de la vida.
Ya no he visto imágenes de las japonesas caminando detrás de su hombre, lo que sí he visto han sido muchas boxeadoras y luchadoras de Japón tanto en México como en los Estados Unidos. Supongo que andan por varias partes del mundo y son fuertes y combativas, nada débiles ni sumisas.
La mujer se ha empoderado en todos los ámbitos y en la política no es la excepción. Han tenido líderes que les han mostrado el camino y que se han convertido en el ejemplo a seguir, mujeres exitosas con determinación y visión, lo que las ha llevado a ser Jefas de Estado en sus respectivos países.
Podemos referirnos a Michelle Bachelet (Chile), Ángela Merkel (Alemania), Cristina Fernández (Argentina), Dilma Rousseff (Brasil) o Margaret Thatcher (Reino Unido), entre otras.
Todas y cada una de ellas han hecho valer su circunstancia, pero, salvo contadas excepciones, llegaron al poder por la voluntad y decisión de un hombre, que pudo ser su antecesor, el líder político de su Partido o su impulsor personal.
Las reglas políticas que regularon su mandato fueron diseñadas por hombres, lo que les complicó su desempeño.
Aun así, la Dama de Hierro, en el Reino Unido, supo imponerse e implantó políticas impactantes reduciendo los subsidios a las personas y favoreciendo el sector privado.
En torno a ello, México vive momentos históricos.
Por primera vez nuestro País tiene una mujer Presidenta, una mujer preparada, científica, cuyo mayor desafío será intentar caminar su propio camino.
Después de 2 siglos de vida independiente y de 65 hombres al frente del Poder Ejecutivo, el nombre de Claudia Sheinbaum se incorpora a los anales de la Historia.
Le deseamos el mayor de los éxitos.
Que sea para bien de México.
He dicho.