¿SABÍA USTED QUE UN VERACRUZANO MARCÓ LA HISTORIA NACIONAL CON SU AUSTERIDAD REPUBLICANA?

Hace unos años, el mundo sintió una fascinación por José Mujica, el Presidente de Uruguay, que había rehuido el palacio presidencial de su país para vivir en una pequeña casa de techo de zinc con su esposa y su perro de tres patas.

Pepe Mujica, como se le conoce universalmente, se convirtió en una de las figuras más influyentes e importantes de América Latina, en parte por su filosofía franca sobre el camino hacia una mejor sociedad, pero más por su compromiso con la austeridad.

“La vida es una y se va, hay que darle sentido a la vida. Hay que luchar por la felicidad, no sólo por la riqueza” decía.

Sin duda Pepe Mujica es un referente mundial, pero no tenemos que ir hasta Uruguay para encontrar legados como el que él dejó.

Si se trata de hablar de austeridad republicana, aquí en México, tuvimos un veracruzano que trascendió por su honestidad y comportamiento ético.

Quien desde su juventud se aficionó al juego del dominó, que practicaba constantemente en uno de los cafés de los Portales del Puerto de Veracruz.

Quien en 1911 presenció los festejos de despedida y la salida hacia Europa de Porfirio Díaz en el buque Ypiranga, lo que le llamó la atención y marcó su actitud hacia el poder político.

Quien, en 1940 al ser nombrado don Miguel Alemán Secretario de Gobernación, lo designó Oficial mayor de la misma Dependencia.

Quien en diciembre de 1944 fue designado Gobernador del Estado de Veracruz.

Estamos hablando de Don Adolfo Ruiz Cortines, quien rindió protesta también como Presidente de México. Lo hizo el 1° de diciembre de 1952 en el Palacio de Bellas Artes.

Ese día en su mensaje a la Nación hizo públicos los principios que regirían su conducta:

Tranquilidad pública, seguridad tanto para las personas como en sus bienes, moral administrativa y gobierno para todos, entre otras.

Conformó uno de los gabinetes más estables incorporando a los hombres idóneos por su profesión y experiencia.

Negó a sus amigos íntimos y compañeros de dominó puestos, dinero y prebendas, pues creía que el peor favor que se puede hacer a un amigo era ubicarlo en una posición para la cual no estaba calificado, lo que podría frustrarlo de por vida, con el riesgo, además, de perder la amistad.

Para mantener la paz social, la estabilidad política y el orden público que apreciaba como valores fundamentales, relevó a los gobernadores de Tabasco, Guerrero, Chihuahua, Yucatán, Sinaloa y Oaxaca.

Expresaba constantemente su amor y su pasión por México y para no poner nada ni a nadie por encima de ello, llegó al extremo de pedir a su propio hijo Adolfo Ruiz Carrillo que saliera del país, ya que su comportamiento y manera de vivir no se ajustaban a las normas que él respetaba, y no quería señalamientos ni tachadura alguna en su encargo.

Su honradez, su modestia y altura de miras le siguen siendo reconocidas.

“No siembro para mí, siembro para México”, expresó.

Cuándo dejó el poder trabajó como delegado fiduciario de Nacional Financiera, negándose a recibir pago alguno por sus servicios.

Después de ello, regresó a su casa sin lujos en el puerto de Veracruz. Vivía solo, pero seguía jugando dominó con sus viejos amigos.

No sé usted.

Pero yo pienso que don Adolfo Ruiz Cortines es un buen ejemplo a seguir.