Algunos analistas han dicho que el intento de asesinato contra Donald Trump, conocido por todos, sumió la contienda presidencial de 2024 en los Estados Unidos en la incertidumbre.
Conmocionados, los equipos políticos de Donald Trump y de Joe Biden retiraron de inmediato sus anuncios en la televisión, suspendieron la recaudación de fondos, así como los comunicados de prensa.
Sin embargo, lastimado en su oreja y aún convaleciente del atentado, solo dos días después del incidente, Trump se presentó en la Convención Nacional Republicana, donde fue aclamado y vitoreado por los delegados, llevándose la noche.
En ese evento, le fue conferida oficialmente la nominación como candidato presidencial, es decir, se llevó las orejas, el rabo y salió a hombros de la plaza.
Los demócratas, por su parte, están buscando un plan B para sustituir a Biden como su candidato. El reconocido actor George Clooney expresó hace unos días: “Me encanta Joe Biden, pero necesitamos un nuevo candidato”.
La bala que le dispararon a Trump no solo no lo mató, sino que lo relanzó a la Casa Blanca. Trump ganará, sin duda alguna.
Él lo sabe.
Nosotros también.